Neologismos y otros vocablos a evitar en el mundo académico

La lengua española ―como todas― está sometida a cambios constantes en función de sus hablantes, quienes están persistentemente influidos por la cultura, los negocios, la tecnología, la medicina y otras tantas ramas que conforman el conocimiento humano, ejerciendo algunas de ellas una influencia muy directa en el vocabulario cotidiano. Sin embargo, de la mano de la Real Academia Española (RAE) y la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) ―que reúne a las distintas academias de los países donde el español es oficial―, contribuyen a formar una base normativa que la regula su evolución ―como sucede en algunas otras: la Académie française que regula el francés o la Academia de la Lengua Hebrea al hebreo―, ya que, como encontramos dentro de los estatutos de la Real Academia Española, lo que la institución pretende es: «cuidar igualmente de que esta evolución conserve el genio propio de la lengua, tal como este ha ido consolidándose con el correr de los siglos, así como de establecer y difundir los criterios de propiedad y corrección, y de contribuir a su esplendor» (2021).

Neologismos y otros vocablos a evitar

Las funciones de la RAE entre el flujo léxico de la sociedad, acarrea a veces algunas disconformidades ―como el caso de los que insisten en formalizar el llamado «lenguaje inclusivo» versus la opinión muy puntual y rigurosa de la academia en dirección opuesta―, por lo que no se logra entender la imperante necesidad de regular, de sostener el idioma, de modo que sus hablantes puedan entenderse correctamente. El español es hablado por alrededor de entre 543 (Statista, 2021) y 586 (Ethnologue, s. f.) millones de personas en todo el mundo, siendo la cuarta lengua más hablada contando con 22 países en donde es el idioma oficial. Con esa magnitud de hablantes y que se encuentren diseminados por todo el mundo, se vuelve más evidente la necesidad de regulación para garantizar que las bases del idioma permitan una comunicación efectiva.

El intercambio de ideas entre naciones ha sido una acción habitual que influye sobre el vocabulario de los idiomas ―pronunciado por la globalización y los medios sobre los que se fortalece, como Internet―, dando origen a una serie de infiltraciones de todo tipo. En el español, los vocablos provenientes de otros idiomas son llamados extranjerismos, de estos surgen dos formas notorias: los barbarismos y los préstamos. Cuando el extranjerismo se adopta sin modificaciones, se llama barbarismo, el cual debe escribirse en cursiva, de no tener acceso a cursivas, debe escribirse entre comillas. Cuando la voz extranjera se adapta a la grafía de nuestra lengua, se llama préstamo.

La coyuntura sanitaria actual ha disparado el uso de vocablos de diferente índole, se escucha hablar de sanitización, en vez de desinfección, siendo sanitización un calco del inglés sanitization; otros referentes a la tecnología en el tiempo donde había restricciones para salir de casa, como cuando se realiza una conferencia en línea y se solicita que el micrófono deba estar desactivado, sino van a mutearlo, cuando lo correcto sería decir silenciarlo―ya que, nuevamente es una adaptación del verbo inglés to mute―.

Por la misma vertiente necesidad de comunicarse en tiempos pandémicos, en el campo educativo comenzaron a extenderse vocablos de uso inapropiado. A continuación, se presenta una recopilación de algunos que se consideran más sobresalientes. Será muy notable ―para nada atípico en nuestro medio― el uso de anglicismos, que son los extranjerismos provenientes del idioma inglés.

  • Webinar. Este término es de origen inglés (anglicismo), según el diccionario Merriam-Webster puntualiza webinar (acrónimo de web y seminar) como «presentación de carácter educativo que se transmite en directo vía internet y durante la cual la audiencia puede participar enviando preguntas y haciendo comentarios». Análogamente, en el idioma español, puede formarse la palabra webinario, de las voces españolas web y seminario. La Fundación del Español Urgente (Fundéu, asesorada por la RAE), recomienda usar seminario web, webinario (2013) o, en todo caso, si ha de inclinarse por utilizar el término en inglés, deberá escribirse en cursiva ―de preferencia; o entre comillas, en su defecto―, como se ha mencionado anteriormente y así mismo, se recuerda, debe hacerse para cualquier otro barbarismo.
  • Workshop. Esta palabra inglesa se usa con el significado equivalente a taller en nuestro idioma español. Este anglicismo se encuentra muy extendido dentro de las instituciones educativas, probablemente por razones mercadológicas; sin embargo, debe optarse por escribir taller.
  • E-learning. Este término inglés que puede ser perfectamente expresado en español como aprendizaje virtual o aprendizaje electrónico. Por ejemplo, en vez de «El e-learning ha cobrado mayor auge en el transcurso de la pandemia», debe escribirse «El aprendizaje virtual ha cobrado mayor auge en el transcurso de la pandemia».
  • Microlearning. Este anglicismo se refiere a un enfoque de aprendizaje que se basa en la segmentación de los contenidos didácticos de los cuales se derivan competencias específicas. El término está conformado por el prefijo micro de origen griego, significa pequeño; y la palabra learning de origen inglés significa aprendizaje; por lo que directamente puede adaptarse como microaprendizaje.
  • Bullying. Es otro término altamente extendido en el mudo hispanohablante por clara influencia del inglés norteamericano. La palabra española que mejor se adapta es acoso, acompañada de un adjetivo correspondiente al tipo, por ejemplo, acoso escolar o acoso laboral, además, sugiere la Fundéu, puede ser de tipo moral, psicológico, sexual, etcétera; de esa forma queda aclarado el contexto al que se refiere (2016). Así mismo, según la región, pueden existir otros términos como burla, intimidación o matonismo. Por otro lado, en el caso del acoso a través de Internet, que en inglés es llamado ciberbullying, se recomienda utilizar el término ciberacoso.
  • Flipped classroom. La definición de flip en el diccionario de Cambridge, significa voltear o conmutar. El modelo pedagógico flipped classroom consiste en trasladar algunas partes del proceso de aprendizaje fuera del aula para aprovechar el tiempo en clase para potenciar la práctica de los conocimientos adquiridos en casa, es decir, que invierte los papeles entre el profesor y el alumno, por lo que se recomienda utilizar las formas aula invertida o clase invertida.
  • Gamificación. Con esta palabra estamos ante un préstamo, es una adaptación de la palabra inglesa gamification, que se refiere a utilizar el juego como estrategia en entornos donde no suele realizarse. En nuestro idioma no es adecuado este préstamo, debido a que las palabras relacionadas al juego se forman con la raíz latina ludus, como en lúdico, ludismo, ludopatía, ludoteca. En cambio, gamification, está formado por la palabra inglesa game (juego en español) más la terminación -ification ―que en inglés forma sustantivos de acción en verbos terminados en -fy como en este caso gamify (gamificar)―, de acuerdo con el Diccionario Merriam-Webster que, además, señala que se usó por primera vez en 2006. Por tanto, si en nuestro idioma usamos la raíz ludus, podemos formar perfectamente la palabra ludificación ―cuyo verbo sería ludificar―, de forma que equivaldría a una traducción del término inglés y, a la vez, sostiene el significado que describe la intención de motivar a través del juego en situaciones no convencionales para ello como en la educación, el trabajo o la salud (Fundéu, 2012).
  • Sincrónico y asincrónico. Durante el desarrollo de clases virtuales, surge la necesidad de realizar actividades diferidas (cada alumno a su propio ritmo) y otras de forma simultánea (por ejemplo, todos los alumnos al mismo tiempo o al ritmo del docente). Para describir estas acciones se tiene a disposición las palabras de asíncrono o asincrónico y síncrono o sincrónico, respectivamente. En la actualidad se usan ambas formas de manera indistinta (RAEinforma, 2020), sin embargo, la sugerencia original nos indica que tanto síncrono, como sincrónico, pertenecen a ámbitos distintos. En el caso de sincrónico, posee acepciones en el campo de la física y de lingüística; en cambio, síncrono ―que literalmente significa ‘al mismo tiempo’―, ha sido utilizado en la electrónica (por ejemplo, los biestables o flip-flops, que puede ser de tipo síncronos o asíncronos), y, debido a que los medios informáticos poseen una base en la electrónica, las acciones realizadas a través de una computadora son derivadas de dicha base. Por lo que, en informática y tecnología, lo ideal es hablar en términos de síncrono y asíncrono, de tal forma que debiera decirse clase síncrona en vez de clase sincrónica.
  • Pre-requisito. Este caso, que no forma parte de los extranjerismos, ha debido resaltarse porque es notorio el uso inadecuado del guion entre los documentos académicos. Con la nueva gramática española, el guion resulta innecesario en las palabras compuestas (Real Academia Española, 2010a). Así, es correcto escribir expresidente, exvicepresidente, pospandemia, poscoronavirus, etcétera. Por lo que hay que aclarar lo siguiente, como describe la Fundéu (2020):
Según indica la Ortografía de la lengua española, lo recomendable es emplear la forma pos-, mejor que post-, tanto antes de vocal como de una consonante que no sea ese. Por ello, en palabras como pos-COVID y poscoronavirus, es preferible optar por la forma simplificada de este prefijo. 
Esta misma obra señala que, como norma general, los prefijos se escriben unidos a la palabra a la que acompañan. Así, la más adecuada es la forma poscoronavirus, y no pos-coronavirus ni pos coronavirus. Esto mismo es aplicable al sustantivo pospandemia, igualmente sin espacio ni guion intermedios.
En el caso de COVID, la Ortografía también establece que, cuando los prefijos se unen a siglas, lo preceptivo es intercalar un guion entre ellos y la palabra. De este modo, la grafía es pos-COVID. El guion es también la opción recomendada cuando la enfermedad mantiene su denominación entera, pos-COVID-19, de la misma manera que se escribe anti-COVID-19 para aludir a las vacunas y los tratamientos.
Por tanto, la palabra pre-requisito, debe escribirse sin guion: prerrequisito. Así mismo los casos: preespecialización, preescolar, preestablecido, preelegir, preestreno, predefinido, pospago, posmoderno, posclásico, posmeridiano, etcétera
  • Abuso de mayúsculas. Entre la academia se observa una tendencia a escribir con inicial mayúscula. En los casos de los nombres de las profesiones y cargos, deben escribirse con inicial minúscula, como: licenciado, ingeniero, maestro, doctor, director, coordinador, catedrático, por ejemplo: «Todos apoyaron al licenciado Flores», «En la clase anterior contamos con la visita de la coordinadora», «El ingeniero Medrano ya finalizó su clase», «Que tenga un buen día, licenciada»; además, se escriben en minúsculas las titulaciones en la forma de sustantivo común, como: licenciado en computación, ingeniero agrónomo, doctor en filosofía, por ejemplo: «En la región existe la licenciatura en derecho», «El 27% está conformado por licenciados en computación». Ahora bien, debe escribirse con mayúscula inicial los nombres oficiales de las titulaciones cuando representan un sustantivo propio, como en: «Este día obtuvo su licenciatura en Derecho», «Se encuentra estudiando licenciatura en Ciencias de la Computación».
    También se escribe con minúsculas los departamentos o recintos como sala de maestros, salón de usos múltiples, edificio administrativo, biblioteca central; pero se escribe con mayúsculas iniciales si dichos nombres están conformados con un nombre propio como aula Salvador Salazar Arrué, jardín Paulo Freire.
    Además, los títulos de las obras se escriben solo con la inicial mayúscula, exceptuando cuando dentro del título hay un nombre propio (Real Academia Española, 2010b), adicionalmente, es obligatorio el uso de cursiva ―comillas en su defecto―, por ejemplo: Cien años de soledad, La familia de Pascual Duarte; por tanto, son incorrectos los títulos: Cien Años de Soledad, La Familia de Pascual Duarte.
    Finalmente, señalar que a pesar se encuentra extendida la idea que las mayúsculas se escriben sin tilde (Real Academia Española, s. f.), en la ortografía moderna, las reglas de acentuación gráfica que exigen el uso de tilde deben cumplirse aun cuando se haga uso de las mayúsculas (Real Academia Española, 2010c), como en los ejemplos: SALÓN SUR y aula Ángela Becerra.

Bibliografía

Ethnologue. (s. f.). Spanish. https://www.ethnologue.com/language/spa

Fundación del Español Urgente. (2012). Ludificación, mejor que gamificación como traducción de «gamification». https://www.fundeu.es/recomendacion/ludificacion-mejor-que-gamificacion-como-traduccion-de-gamification-1390/

Fundación del Español Urgente. (2013). ‘Seminario web’, mejor que ‘webinar’. https://www.fundeu.es/escribireninternet/seminario-web-mejor-que-webinar/

Fundación del Español Urgente. (2016). Acoso, mejor que bullying y mobbing. https://www.fundeu.es/recomendacion/bullying-mobbing-acoso-escolar-laboral-ciberbullying/

Fundación del Español Urgente. (2020). Poscoronavirus, pero pos-COVID-19. https://www.fundeu.es/recomendacion/poscoronavirus-pero-pos-covid-19-pospandemia-post-pandemia/

eal Academia Española. (s. f.). Tilde en las mayúsculas. https://www.rae.es/espanol-al-dia/tilde-en-las-mayusculas

Real Academia Española. (2010). Ortografía de la lengua española. http://aplica.rae.es/orweb/cgi-bin/v.cgi?i=UMHUzilVXQPLJgVk

Real Academia Española. (2010b). Ortografía de la lengua española. https://aplica.rae.es/orweb/cgi-bin/v.cgi?i=KnjtHNKvYCghPIjO

Real Academia Española. (2010c). Ortografía de la lengua española. https://aplica.rae.es/orweb/cgi-bin/v.cgi?i=hnxogQkBFgSTAtgr

Real Academia Española. [@RAEinforma]. (2020). El uso de «síncrono» con el sentido análogo al de «sincrónico» es válido y ambos se documentan en similares proporciones aplicados a «sesión». [Tweet]. Twitter. https://twitter.com/raeinforma/status/1268099560456544257?lang=es

Real Academia Española. (2021). Estatutos y reglamento de la Real Academia Española. https://www.rae.es/sites/default/files/2021-02/Estatutos%20y%20reglamento_2014_19_2_2021.pdf

Statista. (s. f.). Los idiomas más hablados en el mundo en 2021. https://es.statista.com/estadisticas/635631/los-idiomas-mas-hablados-en-el-mundo/


*Artículo originalmente publicado en revista Reflexion-es de la Universidad Dr. Andrés Bello en noviembre de 2021.

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